miércoles, 30 de enero de 2013

Cantó de UPyD interpreta como un hecho democrático el pago de favores al que está obligado Arques al mantener a la señora Davó cobrando un sueldo que no se gana.



Cada vez entiendo menos a la casta política. Y me da igual del partido que sean. Todos son iguales. Consideran que los ciudadanos somos gilipollas. Desde el tal Bárcenas (PP) que presuntamente se lo ha llevado crudo, pasando por los responsables de los EREs en Andalucía (PSOE), sin olvidar a la saga Pujol Ferrusola y al “blandibluf” de Josep Antoni Durán i Lleida, que son los que dirigen Convergencia i Unió en Cataluña. Tampoco me olvido de la familia de Mas, el actual presidente catalán, cuyo padre también dicen que tenía cuentas en Suiza. Sin olvidar a Pepino Blanco (el gasolinero), ni a los del Brugal, Gürtel y demás historias interminables. También puedo remontarme a los del “3 per cent” en Cataluña... Si comienzo a hacer memoria no tengo espacio suficiente para enumerar los chorizos de todos los signos políticos que se lo han llevado y se lo están llevando mientras a nosotros, los ciudadanos de a pie, nos fríen a impuestos, Hacienda nos hace una paralela en la declaración porque nos hemos equivocado en 123 euros (es mi caso), si no pagas al banco una cuota de tarjeta te persiguen telefónicamente de manera agobiante, si te quedas en número rojos en la cuenta te cobran 30 euros de penalización, o si no pagas la hipoteca te expropian y te dejan en la puta calle con una pella de casi 100.000 euros porque el insaciable banco lo quiere todo. Un bando que quizá ha tenido que ser rescatado con el dinero de todos los españoles por la mala gestión de sus directivos, que también se lo han llevado a sacos, algunos blindándose el cargo. Y no les cuentes que estás en el paro, que se te ha acabado el subsidio o la ayuda de los 420 euros, que tu negocio va mal y no cubres gastos. Eso les da igual a quienes nos gobiernan, que sólo viven para enriquecerse, ellos y sus familiares y amigos. Sí, sé que no es bueno generalizar y que habrá algunos políticos honrados y buenos, pero son los menos. O por lo menos es lo que me parece a mí, que como la gran mayoría de los españoles he perdido la fe en los políticos.
Los únicos partidos que todavía me merecían cierta confianza eran Ciutadans y UpyD. Pero este último también ha comenzado a decepcionarme. Y todo a raíz de la visita a Alfaz y a Benidorm de su cara más guapa, la del actor-diputado Toni Cantó. El representante de un partido que lucha contra la corrupción no tuvo empacho en ponderar la política del alcalde Vicente Arques, imputado en los juzgados y que en los últimos días es noticia por su vergonzoso acto de contratar a la señorita Sonia Alonso, la concejal de Castellón que vamos a pagar los vecinos de Alfaz por el morro. El bueno del señor Cantó también dio el cante al ponderar el hecho de que la trepa de CEPA, Isabel Davó, figure en el equipo de gobierno de Alfaz. Cantó interpreta como un hecho democrático el pago de favores al que está obligado Arques al mantener a la señora Davó cobrando un sueldo que no se gana. Y el señor Cantó, que lucha contra la corrupción, olvida o no sabe el asunto del cochecito que conduce la señora Davó, a nombre de la empresa de un señor que aparece en un video comprometido y relacionado con el caso Brugal, el de las basuras de la Vega Baja. No lo digo yo, que ha salido en televisión. Pienso, por otro lado, que lo del señor Cantó ha sido una broma y que realmente decía lo contrario a lo que pensaba.
Y ya que estamos con estos caraduras, no me quiero dejar atrás al tal Ximo Puig, secretario general de los socialistas valencianos, que ayer atacó con razón al presunto chorizo de Bárcenas, con toda la demagogia que requería la ocasión, pero defendió sin embargo la contratación de Vicente Arques de la concejala de Benicássim Sonia Alonso, que va a trabajar para los socialistas en Valencia y la vamos a pagar los alfasinos.
Me indigna que estos políticos paniaguados de tres al cuarto piensen que son muy listos porque se comen los mocos y que los ciudadanos somos gilipollas (sé que algunos de mis lectores me critican por los tacos, pero Camilo Alonso Cela los escribía y le dieron muchos premios). Es que cuando me indigno no encuentro adjetivos calificativos.
En resumen, que son unos chorizos. Lo lógico es decir que son inocentes hasta que no se demuestre lo contrario. Pero tratándose de políticos quizá haya que decir que son culpables hasta que no se demuestre su inocencia.

Fuente: sietediaslalfas/ Saz Planelles

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