lunes, 7 de enero de 2013

El Castellón perdona al líder La Nucía en una notable segunda parte


El Castellón cierra la primera vuelta en la tercera plaza, un milagro, cuando el club no existía hace seis meses. Esa es la noticia que deja el partido contra La Nucía, el líder que salió con vida de Castalia. Esa y la cerradísima ovación con la que la grada despidió a los albinegros pese al 0-0, tras haber presenciado una segunda parte para recordar, por el esfuerzo, el fútbol colectivo... y las inmejorables oportunidades falladas: un palo, dos balones sacados en la misma línea, dos buenas intervenciones del portero menos goleado del grupo... 
PRECAVIDOS // De forma plenamente consciente no, pero seguro que en el subconsciente de los jugadores orelluts pesó, de inicio, que con las derrotas de Villarreal C e Ilicitano en la víspera, unidas a que el Alzira descansaba, el simple empate servía para que el Castellón atravesase el ecuador de la competición en zona de play-off. Seguro, también, que la visita del líder infundía un respeto mayor, de ahí que los albinegros salieron con más cautela de lo habitual.
Cuesta apostó por repetir once, esa alineación que todo el mundo puede recitar de carrerilla ya, porque es la más utilizada por el fuenlabreño. Fútbol control del Castellón, pero alejado del área, pese a las interesantes prolongaciones de los dos laterales, volcando insistentemente el juego hacia la banda derecha, la de Charly, a quien le faltó precisión en la culminación de una buena acción colectiva en el minuto 13. Como si de una causa-efecto fuera, La Nucía empezó a perder tiempo de manera descarada desde entonces. Fútbol rácano, cuestionable, incluso, tratándose del primero, pero ha sido esa la fórmula que le ha llevado a estar donde está. La gran intervención de Salva ante Tato recordó que el vila-realense también estaba.
Afortunadamente, el paradón rescató al partido de su atonía, solo rota en los minutos precedentes por los latigazos locales desde la larga distancia. Ya en el descuento, la noticia esperanzadora: la expulsión de Quique. La falta sirvió para que Tonet, actual Zamora, acreditase su condición con un rectificado que, in extremis, abortó el gol de Rafa Gimeno. 
EL MOMENTO // El Castellón elevó las revoluciones de vuelta de la caseta. La Nucía tiró aún más de su repertorio para evitar que el balón estuviera más parado que rodando. Su entrenador retiró a un mediapunta y sacó a un central. Cuesta quitó a un central y metió a un delantero.
Los albinegros remataban con asiduidad, pero no entre palos. Hasta que el recién incorporado Chamorro evitó el gol de Lois no por centímetros, sino por milímetros. Dos posibles goles fantasma, Tonet, el palo, La Nucía colgada del larguero… No hubo manera y hasta el líder, en otra acción aislada, casi marca. Hubiese sido injusto no, lo siguiente...
Fuente: elperiodicomediterraneo

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