martes, 19 de febrero de 2013

La Asamblea General de la Cooperativa Agrícola de Altea aprobó por unanimidad un manifiesto en el que pide al Gobierno el establecimientos de unos precios mínimos para los productos agrícolas.

Naranjas en la cooperativa agrícola de Altea.

La Asamblea General de la Cooperativa Agrícola de Altea aprobó por unanimidad un manifiesto en el que pide al Gobierno la declaración de la actividad agrícola como sector estratégico, el establecimientos de unos precios mínimos para los productos agrícolas, la regulación de las comisiones que perciben los agentes que intervienen en la distribución y comercialización de frutas, verduras y hortalizas, así como el establecimiento de unos aranceles para los productos importados de países no miembros de la Unión Europea que igualen al precio mínimo de los productos. 
El manifiesto fue redactado por un grupo de agricultores "cansados y apenados de ver como el sector agrícola se hunde sin que se tome ninguna medida eficaz". El documento fue leído por el presidente de la Cooperativa alteana, Francisco Devesa, junto a una propuesta presentada ante la asamblea para que el Consejo Rector de la entidad instara a las autoridades locales, autonómicas y estatales a tomar las medidas necesarias, así como recabar el apoyo de otras cooperativas agrícolas, sindicatos y organizaciones agrarias. 
El manifiesto señala que "asistimos a un proceso de degradación del campo y de la producción agrícola de la que tradicionalmente se ha vivido con dignidad", y afirma que "nos negamos a quedarnos con los brazos cruzados mientras vemos a nuestro alrededor como cada día se abandonan tierras de cultivo ante la imposibilidad de mantener la actividad, por los bajos precios que se pagan a nuestros productos, lo que repercute, además en la calidad medio ambiental y paisajística de nuestra comarca".
Ante esta situación los agricultores manifiestan que "hemos llegado al límite y no nos conformamos viendo como el campo, sector del que antes comíamos, ahora es él, el que se está comiendo nuestros ahorros y el poco dinero que disponen las familias de agricultores por la nula rentabilidad de la producción". 
En el manifiesto se denuncia también que "nos indigna observar cómo, mientras a nosotros se nos pagan miserias por nuestros productos, las grandes cadenas alimentarias usan nuestras naranjas, o cualquier alimento que producimos como gancho para sus ventas. Si quieren venderla barata, que la deduzcan de sus cuantiosas ganancias, no de los míseros precios que nos pagan".

Fuente: DiarioInformación

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