martes, 23 de abril de 2013

Los tres concejales de Benidorm. Uno que tarda siete meses en dar una licencia de un bar de 20 metros cuadrados, el otro que permite abrir el bar sin que pudiera construirse y el tercero que todos los días deja que se construya un bar en suelo publico sin licencia.



El día 14 de septiembre de 2012 se firmaba un contrato entre el Concejal de Deportes Miguel Llorca y un particular para la explotación de los bares de la ciudad deportiva de Foietes. Este contrato obligaba a la construcción de un bar de “muros de hormigón, con vigas autoportantes, panel sándwich de aislamiento, barras de granito, cubierta con tejas de acabado curvo,…terraza con mobiliario y toldos para proteger a los clientes del sol y la lluvia”.

De forma previsora, y para adelantar tiempo, el particular ya solicitó la oportuna licencia de obra el día 5 de septiembre de 2013, una semana antes de tener el contrato seguro. El Sr. Vicente Ivorra, dos meses después, le avisa de que necesita presentar un proyecto más completo, pues se trata de una obra mayor. El particular, de forma diligente, subsana estas cuestiones una semana después, el día 23 de noviembre de 2012, obteniendo la conformidad pasadas las navidades. Suerte que vinieron los Reyes Magos.

Sin embargo, el bar empezó a construirse, sin licencia y dentro de un terreno municipal, porque el 5 de febrero de 2013, el técnico que visitó las obras hizo unas fotos del bar ya terminado y afirma que “la ejecución de la obra correspondía a la documentación aportada en el proyecto”. El Sr. Miguel Llorca estaba satisfecho de ver como se edificaba el bar en su territorio a pesar de que su compañero Vicente Ivorra, concejal de Urbanismo, no le había dado permiso.

El día 8 de abril de 2013 nos coloca el Sr. Vicente Ivorra en el orden del día de la Comisión la aprobación de la licencia de obra. Siete meses después de haberla solicitado y con la obra finalizada. Pero no sabemos porque, retira la licencia del orden del día y nos sorprendemos con un informe jurídico, que dice que todo este trámite no es necesario, porque la licencia ya se ha otorgado por silencio administrativo.

Finalmente, el día 22 de abril de 2013, el Sr. Vicente Ivorra y el Sr. Miguel Llorca, aprueban en una Comisión lo que ya estaba autorizado por silencio administrativo, por no haberle contestado en tiempo al señor que tenia que hacer la obra. Es difícil de escuchar y por supuesto de entender toda esta cadena de terquedades, retrasos y malas gestiones de estos dos concejales liberales.

Pero, para no ser menos, el Sr. Conrado Hernández, concejal de aperturas, no podía quedarse atrás en esta carrera de desatinos y el día 20 de marzo de 2013, le concede al bar la licencia de apertura y funcionamiento. Un bar que todavía no tenía licencia de obra. Un bar construido en el polideportivo en el terreno del Ayuntamiento. Parece que no caben más zafiedades ni torpezas ni desidias. Menos mal que solo se trataba de un pequeño bar y no de un edificio o de un restaurante.

Tres, eran tres los concejales del bar. Uno que tarda siete meses en dar una licencia de un bar de 20 metros cuadrados, el otro que permite abrir el bar sin que pudiera construirse y el tercero que todos los días deja que se construya un bar en suelo publico sin licencia. El ejemplo vivo de la eficacia y la sinrazón. Pero los tres, bien uniformados y arreglados, se harán las fotos para la inauguración. Ivorra, Conrado y Miguel Llorca han demostrado lo que son, tres concejales dedicados a la adulación y la sumisión a sus jefes. Son tres concejales que no se preocupan de hacer bien su trabajo y solo de complicar la vida a los demás.

No me extraña que los ciudadanos cada vez más pidan que políticos como estos dejen de cobrar sus sueldos y se queden en sus casas.

Fuente: Beninoticias

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