lunes, 11 de febrero de 2013

Agustín Navarro acudió enfundado en un traje de presidiario a rayas y con la careta de Rajoy para dejar bien claro su mensaje y así, encadenado como un delincuente, presidió la tribuna de autoridades durante todo el tiempo que duró el desfile del Carnaval Adulto.

Agustín Navarro presidiendo la tribuna de autoridades disfrazado de Rajoy preso.

Cuando el socialista Agustín Navarro accedió por primera vez a la Alcaldía, Mariano Rajoy proclamó que algo olía «a podrido en Benidorm». Dos años después, con Navarro como alcalde electo, Rajoy reapareció en la escena benidormense a modo de mofa, con el primer edil socialista luciendo palmito con una careta del presidente durante la celebración de los Carnavales. Aquella broma despertó la simpatía de todos, pero no así la que ha protagonizado este año. A la careta de Rajoy, el alcalde ha sumado al disfraz un traje de presidiario con cadenas y bola incluidos.

El escándalo que está viviendo el PP a raíz de la publicación de los papeles en los que presuntamente el extesorero Luis Bárcenas refleja la contabilidad «B» del partido y que cita y desglosa pagos al líder popular era un asunto demasiado goloso y bochornoso como para no hacer leña del árbol caído. Al menos, así lo pensó el alcalde y muchos de sus colaboradores y vecinos, que ya el sábado por la mañana hacían suposiciones sobre la guisa con la que se presentaría el primer edil.

Unos comentaban que había posibilidades de que el alcalde apareciera con uno de los atuendos más conocidos últimamente del extesorero del PP, un abrigo idéntico al que llevó el actor Robert de Niro para dar vida a Al Capone en «Los Intocables». Otros apuntaban más arriba, recordando la puesta en escena del año anterior y pronosticando que a la careta le sumaría sobres.

Así, con la comidilla en el ambiente, la expectación estaba servida. No se desveló hasta la noche. Agustín Navarro acudió enfundado en un traje de presidiario a rayas y con la careta de Rajoy para dejar bien claro su mensaje y así, encadenado como un delincuente, presidió la tribuna de autoridades durante todo el tiempo que duró el desfile del Carnaval Adulto. A su vera, a la derecha, el concejal de los Liberales (y exedil del Partido Popular), Miguel Llorca. A la izquierda, la concejal de Fiestas, Cristina Escoda, el portavoz del Gobierno, Conrado Hernández, y los concejales socialistas Pepe Marcet y Eva Mayor, entre otros. A su espalda, en la tribuna y como jurado, estaban personas conocidas de la vida social y empresarial de la ciudad, como Antonio Mayor, presidente de Hosbec, Mario Villar, presidente de la Asociacció de Penyes, y Julio Escudero, de la Asociación de Moros y Cristianos de la ciudad.

Ningún miembro del Partido Popular quiso hacer comentarios en caliente ni dar mayor importancia en ese momento a la vestimenta del primer edil, quien por otra parte, al contrario que el pasado año, no se quedó a la entrega de premios por cuestiones familiares.
Ayer, con la mente fría y la fiesta acabada, el PP de Benidorm sí se pronunció. Lo hizo con la misma ironía que el munícipe, refiriéndose a cómo le quedaba el traje de presidiario. «El carnaval es por esencia permisivo y algunos utilizan esta fiesta para exteriorizar su verdadero yo. Y Agustín Navarro, aunque crea que le sientan bien las rayas, debió recordar que es el único político de Benidorm imputado por presunta prevaricación», declaró el portavoz popular Antonio Pérez. 

El dirigente popular además añadió que «una cuestión es su realidad personal y otra muy distinta la de la institución a la que representa. El traje es improcedente para la primera autoridad de Benidorm, los políticos nos debemos al pueblo y Benidorm se merece mucho más respeto que el que le viene ofreciendo Navarro».

Fuente: DiarioInformación

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