sábado, 30 de marzo de 2013

Lo que quiero y lo que no en la Nucía.


La fiesta hay que pagarla. Pero una vez más la seguimos pagando los que no la hemos disfrutado. Y en el idílico pueblo de La Nucia seguimos con los fastos. Cuando no es una inauguración es otra, cuando no un acontecimiento deportivo -eso sí, con mucho relieve internacional y con muchos invitados- cualquier otra cosa que permita salir en la foto a nuestros munícipes.

Y con un plan de saneamiento financiero del Ayuntamiento basado en el incremento de ingresos y ¿la reducción de los gastos? Tasa de Recogida Sólidos Urbanos 2012: 131,80 euros. Año 2013: 222,19 euros. Incremento del 69%. Incremento del Impuesto de Circulación de Vehículos del 40%. Y la nueva subida del precio del agua (que ya es un 109% más cara que la ratio media de la Comunidad) a puntito de ponerse en marcha. Y del IBI a pagar en Septiembre mejor no preguntar. Pero ¿de qué van nuestros políticos? ¿Hasta cuándo creen que pueden sustraerse a la dura realidad del paro, la caída o la falta de ingresos, los desahucios, los dramas personales y familiares de sus ciudadanos? De sus ciudadanos a los que representan, los que les pagan sus sueldos y sus fastos. ¿Hasta cuándo creen que pueden seguir tensando la cuerda?.

Yo no quiero más inauguraciones. Yo sí quiero políticos que piensen y trabajen para sus ciudadanos, aunque no salgan en la foto. Yo no quiero más acontecimientos deportivos de relieve internacional. Yo sí quiero actuaciones que reduzcan la elevada presión fiscal de este municipio. Yo no quiero que aumenten los ingresos. Yo sí quiero que se reduzcan los gastos. Yo sí quiero que se reduzcan sus sueldos el alcalde y sus concejales. Para mostrar su solidaridad con sus convecinos. Por estética, por dignidad. Yo no quiero que se incrementen más los impuestos. Yo sí quiero que se reduzcan. Yo no quiero que se siga practicando aquello de «el que venga detrás que arree». Yo sí quiero que los políticos que nos han llevado a esta situación de desastre económico en las arcas municipales respondan de sus anteriores delirios de grandeza. Yo no quiero que el partido en el gobierno municipal siga ejerciendo su política de rodillo. Yo sí quiero que se escuche y se pregunte a los vecinos, y que en los Plenos municipales exista un turno para sus intervenciones. A mis conciudadanos: Tenemos que conseguir que se nos escuche. Que nos oigan decir bien alto «yo no quiero. Yo sí quiero».

Fuente: DiarioInformación

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