Hoy nos apetecería hablar del "golpe de estado" al más puro estilo fascistoide que la cúpula del PP nacional y provincial está haciendo en contra de los hombres y mujeres que históricamente han mantenido en pie esa formación política en Benidorm. Ahora, con excusas de muy mal pagador, se anuncia la anulación de su asamblea local para elegir presidente de los populares en la Villa del Turismo sin saberse la fecha de su celebración. Con un partido roto y a punto de hacerse añicos, la parte de la agrupación local mimada por la cúpula, dígase Antonio Pérez, dice contra la otra mitad del partido, la liderada por el joven David Devesa, que "dejen de marear la perdiz y se dediquen a los problemas reales de Benidorm". Poco más o menos vienen a decir, "cállate niñato, que aquí sobras, y si no te vas por las buenas, te vamos a reventar tus partes nobles para que desaparezcas". El problema más grave hoy por hoy en Benidorm es precisamente el caos del PP, que va a dejar en bandeja que la ciudad siga gobernada por un liante y una pizpireta que tienen ambos dos a la ciudad convertida en una pocilga.
Un servidor, con los respetos a todo el mundo, y si fuera el Señor Devesa, hoy mismo solicitaría la baja en el partido y se iban a enterar en Alicante y en Madrid quién es capaz de ponerse los pantalones cada mañana con la salida del sol para salir a la calle y ponerse a trabajar por su pueblo, y no medrar y enredar con tal de seguir viviendo de la sopa boba sin dar un palo al agua y dejando que una ciudad se hunda precisamente cuando ya anda en la UCI y los destinos turísticos a nivel mundial están provovando con su oferta que Benidorm empiece a no aparecer en el mapa. Eso es un "golpe de estado" y David Devesa debe reaccionar si no quiere convertirse en cómplice de esta jugada sucia y dictatorial impuesta precisamente por quienes deberían dar luz a sus iniciativas y renovación de un partido podrido y corrupto en la capital del turismo en la Costa Blanca.
Y son precisamente esos dirigentes populares quienes en el pueblo de al lado, en La Vila, han provocado con sus decisiones caprichosas y despilfarradoras que en apenas cinco mil metros cuadrados se pueda ver escenificada la política que hemos vivido en esta tierra en los últimos veinte años, tiempo que lleva gobernando el PP en la Comunidad Valenciana y en muchos de los pueblos de la Marina Baixa. Frente a un Teatre Auditori que costó más de doce millones de euros, hay un colegio formado por barracones desde hace un cuarto de siglo. Hay hombres cuarentones en Villajoyosa que fueron a ese colegio en aulas prefabricadas y ahí siguen, provocando pulmonías entre los niños durante el invierno y asándose como pollos en máquina tostadora en el verano. Todo un dislate. Pero si mirásemos un poquito más abajo de esa parcela, veríamos a un TRAM que se prometió que uniría Alicante con Dénia de forma rápida y moderna, y las cosas han quedado paralizadas a partir de Benidorm porque ni hay dinero ni voluntad de que sigamos creciendo en esta tierra como en el resto de España y de Europa. Ésa es la gente que nos ha gobernado y nos gobierna, porque son los mismos perros con los mismos collares.
Es más que vergonzante lo que nos está sucediendo debido a las gentes que mandan, y que poco a poco están sacando a la luz su peor cara, ésa que nunca quisimos ver, pero que la están mostrando sin pudor y sin respeto a lo más elemental de una democracia, que es el reparto de riqueza, el respeto a la voluntad popular, el respeto a las reglas del juego, y sobre todo, el respeto a todos, desde un mendigo hasta un emperador. Lamentablemente éstos sólo entienden de lo suyo. Y así nos va. A ver si tomamos buena nota, que dentro de dos telediarios estaremos en campaña para renovar a esta patulea. Y como no lo hagamos tras lo que estamos padeciendo, luego que nadie se queje, porque si eso sucediera, muchos cogeríamos la maleta para al menos buscar un lugar en el mundo donde vivir con dignidad. Y pensándolo friamente, a lo mejor es lo que están buscando estos canallas que nos mandan.
Fuente: Ustedprimero
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